LOS NIÑOS DE GAZA



Tendrían que ver los pájaros volar
inundarse del perfume de las flores
hacer un rompecabezas con las nubes

Tendrían que recibir al sol
sobre su piel morena
escuchar los misterios de la luna
correr detrás de las hojas en otoño

Tendrían que reír con ganas
llorar por cosas del tamaño de su edad
crecer sintiendo que cada día vale la pena

Pero son niños condenados al despojo
aún antes de nacer

No hay pájaros
No hay flores
No hay nubes

No hay futuro
más que la acechanza
permanente y cotidiana
o el espanto de la bola de fuego
que arrasa sobre sus huesos
y los huesos de sus padres
de sus hermanos sus abuelos
sobre todos los huesos

En tanto la humanidad
calla y acepta el genocidio
como un orden irreversible
e inevitable

La humanidad calla y se refugia
en sus asuntos materiales
ignorando que su silencio
transformará en navajas
los huesos de estos niños
hasta recuperar el sol
los pájaros las flores
el cielo con sus nubes
transparentes